Uno de los primeros maestros Cristianos dijo que la oración ha reemplazado al sacrificio en nuestra relación con Dios. Esto aclara el punto de Jesús cuando Él dice “los adoradores que el Padre quiere adoran en espíritu y en verdad”. Este fundamental momento decisivo en la conciencia religiosa no invalida todas las observancias religiosas sino que cambia la forma en que las comprendemos y les da un nuevo propósito. Si dejamos de comer caramelos en Cuaresma no es para acercarnos a Dios a través del sufrimiento. Es más bien para enfocarnos y concentrarnos mejor en el acto puro de la atención – el sacrificio del corazón – eso es la oración.
Laurence Freeman