Este es un buen momento, ahora que la Cuaresma llega a su fin, para reflexionar sobre lo que nos ha enseñado este año. Si desarrollamos una práctica o ejercicio especial o adoptamos una forma particular de auto-control. ¿Nos mantuvimos fieles y nos ha permitido estar más libres y centrados?
Si lo seguimos bien, ¿Tal vez nos sentimos un poco demasiado satisfechos de nosotros mismos? O por encima de todo, nos sentimos más claros en la mente y el corazón, mejor preparados en general para los misterios más profundos de los próximos días. Incluso si pensamos que no hemos aprovechado al máximo la oportunidad que ofrece la Cuaresma para la simplificación y la purificación de nuestra conciencia, ¿Qué podemos hacer ahora para escuchar la nueva melodía, con tonalidades a la vez más obscuras y más ligeras, que pronto comenzaremos a oír?
Laurence Freeman