La Meditacion es la distancia necesaria para mantener el foco, tal como un fotógrafo requiere hacer un esfuerzo para captar su objetivo, así requerimos mantearnos enfocados en los verdaderos frutos del espíritu. La disciplina de meditar dos veces al día durante 20 minutos como mínimo nos abre las puertas al tesoro.
15 ago 2015
Conferencia: "FELICIDAD ANTE TODO: LA EXPERIENCIA DE LA FE EN LA MEDITACIÓN CRISTIANA"
El 16 de julio el padre Laurence Freeman, nos regalo una esperanzadora conferencia en el auditorio
del Iter. La sala estaba repleta incluso antes de la hora pautada; en su mayoría era un público interesado en la búsqueda de un refugio espiritual, algunos conocedores de la disciplina de la meditación otros se acercaban por primera vez. Religioso y laicos. Pese a que la invitación se había realizado de manera modesta la receptividad supero nuestras expectativas. Para esta ocasión el padre Freeman reservo el tema de la búsqueda de la alegría como cristianos, una oferta al alcance del hombre y de la mujer de hoy si vive en la búsqueda con sentido del Reino de Dios, al cual se accede con la práctica de la disciplina de la Meditacion. Nos advierte que la Meditacion es una práctica tan sencilla que se hace difícil para el hombre moderno, pero una vez que se vive se descubre un tesoro real, ante el cual nos rendimos y vendemos nuestro otros bienes para conservarlo, metáfora que expresa lo contundente de la experiencia. Su práctica trae benéficos tangibles reconocimos por la ciencia, pero para alcanzar sus frutos se requiere pobreza de espíritu, que en un resumen forzado: es la renuncia a las tentaciones del ego, para centrarnos en la realidad de la naturaleza humana.
La Meditacion es la distancia necesaria para mantener el foco, tal como un fotógrafo requiere hacer un esfuerzo para captar su objetivo, así requerimos mantearnos enfocados en los verdaderos frutos del espíritu. La disciplina de meditar dos veces al día durante 20 minutos como mínimo nos abre las puertas al tesoro.
La Meditacion es la distancia necesaria para mantener el foco, tal como un fotógrafo requiere hacer un esfuerzo para captar su objetivo, así requerimos mantearnos enfocados en los verdaderos frutos del espíritu. La disciplina de meditar dos veces al día durante 20 minutos como mínimo nos abre las puertas al tesoro.